- Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación.
- La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.
- Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.
- Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.
- Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir.
NOTA: Definición de estúpido en la regla nº3 pa no liarnos!!!!
¿A qué viene esto? Muy sencillo. Últimamente, y no sé si esto se debe a que me he hecho mayor o que las circunstancias de la vida así lo han dispuesto, veo como muchos tienen como prioridad el orgullo, el amor propio y la soberbia en situaciones en las que este tipo de posturas les servirán de poco, o de nada. Veamos, aunque siempre me he caracterizado por ser algo impulsiva una fuerza racional y pasiva se ha apoderado de mí. Digamos que es preferible callar y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo.
Otra cosa que, a mi parecer, tiene una relación interesante con esta teoría es la polémica. Pongámonos en situación: Un debate. Un tema controvertido (cada uno que escoja el que quiera, total, todo acaba igual). Dos o más partes echándose trastos a la cabeza. ¿¿Conclusiones?? CERO! Que conste que no estoy en contra de que cada uno dé su opinión y aporte algo que pueda hacer pensar al otro. Simplemente veo que, hay cosas en las que el hombre nunca encontrará una única respuesta. Así que últimamente mi vocecilla interna me dice: "Clara, pasando. Oír, ver y callar, que al final nos van a dar a todos igual".
En resumidas cuentas, creo que si todos hiciéramos un poco de balance al más puro estilo economista nos daríamos cuenta que, a veces, ahorrándonos cosas como la palabrería, la chulería y esa tendencia humana de pretender que todo lo nuestro sea lo mejor, obtendríamos mayores beneficios. Para nuestras vidas, imaginad la de marrones que nos quitaríamos de encima y, especialmente, para nuestra salud mental...
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