En cuanto a la canción, a mí personalmente me evoca esa fuerza irresistible que, sin quererlo, te arrastra hacia lugares o situaciones en las que no te quieres ver. Afortunadamente, siempre habrá algo a lo que agarrarse. A mí no me cabe duda. En mis horas bajas, me agarro a mi familia, a mis amigos, a mi vocación y a esas cosas que aparecen en el lugar y momento adecuados para sacar de un día negro, un rayo de luz. Si no fuera por ellos, estaría en un lugar donde no quiero estar, haciendo cosas que no me satisfacen y rodeada de sueños más difíciles de alcanzar.
La película, por su parte, deja un sabor agridulce, inquietante, impotente. Te presentan unos personajes que no son, ni mucho menos, dueños de sus vidas. Y te preguntas como podrías soportar esa situación si, en algunos aspectos de nuestras vidas, hay una serie de pequeñas cosas que se nos escapan de las manos y son esas cosas las que marcan tu día, tu ánimo e incluso tu vida. Frustraciones aparte, como los protagonistas de la película, como la letra de la canción, es lo único que pido y ya no sólo para mí, sino para todos y especialmente para aquellos que lo piden a gritos pero están demasiado bloqueados para actuar, que la fuerza.. (nada que ver con la Guerra de las Galaxias, ojo!)
Nunca me abandones...